
Por Rubén Gazapo Ramos
La fiesta por la clasificación del Taugrés Baskonia para disputar su segunda final consecutiva de la Recopa de Europa desató la euforia entre la plantilla azulgrana, el club y la afición, dejó una resaca emocional en la ciudad.
Si bien la plantilla de Manel Comas apenas tuvo tiempo para celebraciones. Ya que en el día de hoy partía en autobús para emprender un largo camino hacia Cáceres. Allí este domingo 25 de febrero jugará antes del parón por la disputa de la Copa del Rey de la próxima semana.
La dura e intensa eliminatoria ante Iraklis de Salónica ha dejado secuelas y magulladura en los cuerpos de los jugadores baskonistas. En el parte de guerra ofrecido por los servicios médicos del club destaca; el esguince de muñeca que sufrió Kenny Green en el partido del martes tras una caída. Esta lesión se vió agravada por un golpe en la misma mano el jueves, que ha sido tratadA con masajes e hidroterapia a lo largo del día de hoy.
Pablo Laso que sufrió un corte en el labio y tuvo que recibir cuatro puntos de sutura. El base vitoriano pudo acabar el partido ante los griegos en la noche del jueves. Mientras que Santi Abad sigue con molestias en su pierna derecha desde la semana pasada. Pese a ello los tres estarán disponibles para jugar en el pabellón V Centenario de Cáceres el domingo.
Por otra parte y desde Saski Baskonia comenzaron a barajar las diferentes opciones para movilizar a la afición azulgrana a Estambul para presenciar la Final de la Recopa de Europa el próximo 14 de marzo ante Benetton. Habrá que esperar unos días para conocer las diferentes ofertas. Pero se estimó que un vuelo charter para viajar en el día del partido y volver de madrugada a Vitoria podría costar unas 60.000 pesetas.
Récord de audiencia en ETB. De acuerdo al estudio de audiometría realizado, fueron casi un millón y medio de televidentes, en concreto 1.410.000 espectadores, los que presenciaron a través de ETB-1 los encuentros del martes y jueves frente a Iraklis, jugados en el pabellón Araba. El primero de ellos lo siguieron 608.000 personas, mientras que el segundo alcanzó las 802.000. Esta cifra supone un récord de audiencia en partidos de baloncesto televisados por la televisión pública vasca.