Santi Abad “un rebelde con causa”

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Foto: El Correo.Abad ante Orlando Wooldrige en 1995

Por Rubén Gazapo Ramos

Desde hace ya bastantes tiempo quería dedicar un reportaje a uno de los jugadores que más ha marcado el crecimiento del Baskonia en la pasada década de los años 90.

Su trayectoria (ver historial) baloncestística ha sido extensa a la vez que  muy variada pero también de alguna manera ingrata con un jugador que quizás el baloncesto no lo he dado todo lo que se merecía, lo cual me viene a lanzar la siguiente pregunta; ¿a caso han sido Pep Cargol, Paraiso, por decir algunos ejemplos mejores jugadores que Santi Abad?

Siendo muy joven debutó en la Liga ACB con Real Club Deportivo Español.

Era el jugador con más proyección de su generación, continuó en Granollers y FC Barcelona para llegar en el verano de 1991 al Baskonia como una de las apuestas más firmes por un jugador joven nacional del club de Zurbano.

Aunque solo disputaría la temporada 91/92 bajo las ordenes de Herb Brown, volvería posteriormente en dos épocas diferentes al Baskonia.

Primero en la temporada 93/94 y 94/95  con Manel Comas , y tres años después con Sergio Scariolo en la 97/98.Curiosamente en ambas etapas  llegó de manera provisional con un contrato temporal para cubrir la baja por lesión de Marcelo Nicola en 1993 y la salida del holandés Hammink en la pretemporada  de 1997.

Su trabajo, su experiencia, su polivalencia , además de su clase y calidad le permitieron conseguir un hueco en las plantillas de aquellos años  y convertirse en un jugador fundamental en los éxitos del Baskonia.

En su permanencia en Vitoria siempre destacaría por ser un gran complemento para los aleros y ala pivots de entonces, lo mismo podía jugar por fuera formando una terrible pareja con Marcelo Nicola, que jugar de cuatro con otros hombres como Ramón Rivas, Kenny Green, o Brent Scott. En más de una ocasión fue considerado  como el mejor sexto hombre de la ACB.

A continuación he recopilado una serie de entrevistas que le fueron realizadas como jugador baskonista y que vienen a completar la trayectoria de Santi Abad como jugador de elite.

Actualmente le podemos ver desde el inicio de esta temporada 05/06 como comentarista en diferentes medios de comunicación vitorianos participando en tertulias, programas deportivos, retransmitiendo partidos…con el mismo entusiasmo que ofrecía siendo uno de los mejores treses altos del baloncesto nacional.

**** El viernes 13 de Enero de 1995 Eduardo Ortiz de Arri le realizaba la siguiente entrevista:

Foto:Gigantes. Abad en la temporada 91/92

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«SEGUIRÉ SIENDO VULNERABLE»

Pasarán años hasta que se repita un caso como el de Santi Abad. El jugador que el martes anotó 36 puntos vivía momentos dramáticos hace solo año y medio.

«Santi Abad es de esas personas que siempre utilizan la línea recta para llegar  donde quieren, aunque en medio se encuentren con espinas y puñales en la espalda.

La estrella baskonista del último partido, ante el Nobiles, y de tardes anteriores puede madurar  – tiene 25 años-, pero no cambiar.

Quienes lo han intentado se han chocado contra un muro porque él ante todo , defiende su propia personalidad.

Con sus rarezas y extravagancias, con su nobleza y sus bromas, Abad es como es:

un poderoso jugador de baloncesto marcado por una etiqueta de polémico de la que difícilmente podrá deshacerse.

– En las últimas semanas ha acreditado unas estadísticas excepcionales. ¿Se considera capacitado para aguantar a este nivel hasta el final de temporada o, incluso, en plazo más largo?

De ser  el jugador trabajador y que destacaba sólo a veces he pasado a una situación  diferente. Me encuentro mucho más a gusto y confiado.

Aprovecho en ciertos momentos la falta de ritmo o fuerza de otros jugadores de los que antes dependíamos mucho en ataque. Este año he arrancado desde muy pronto a meter puntos, me he metido en situación desde el principio. Ahora son los demás los que me tienen que defender y preocuparse.

-¿Puede ser que ahora e le pida algo distinto dentro del equipo?

No. Se me sigue pidiendo lo mismo. El único que ha cambiado he sido yo. El año pasado entrenaba muy fuerte, y si hubiese sido un fiel reflejo de eso, -como decía Manel-, habría jugado grandes partidos. Hubo algunos, pero a veces no. Este año intento hacer más lo de los entrenamientos, y aprovechar esos lapsus que tienen los demás para anotar y jugar bien.

– Después de anotar 36 puntos el martes, dijo que no pararía hasta alcanzar el tope de sus posibilidades…

– Es una pequeña venganza con todo. Es un rencor, una rabia. Habiendo metido puntos, no paro ahí. No quiero pensar que esto es el tope. Eso ya lo pasé de muy joven y tuve luego mi gran bajada, mi gran problema. La gente hizo lo que quiso conmigo. Es una pequeña venganza contra todos los canallas que han hecho que  mi vida sea a veces un martirio y que casi han tirado por tierra mi carrera desde muy joven.

-¿ Le llenaron de pájaros la cabeza?

No. Yo había recibido una educación diferente a los demás. Cuando empecé a destacar jamás me creí más que otros. Era mi impulso el que hacía que yo jugara a baloncesto. Mucha gente criticaba eso. Ese tipo de gente interrumpe tu vida porque le parece bien que un jugador como yo sea el ejemplo malo o la oveja negra para escarmentar a otros. Me cogieron en una época en la que yo estaba arriba e impidieron que fuera un jugador importante.

– ¿Se considera maltratado?

– No sé si considerar maltrato el escuchar medios de comunicación , presidentes, entrenadores o jugadores que eres una mala persona, un chulo, que tienes un carácter malo. Eso lo he escuchado, lo he visto escrito. No es justo. Es como un trabajador al que su jefe dice que lo que hace es una porquería cuando está toda la semana trabajando. Éste ha sido mi gran problema.

– Tiene una lista negra particular?

– No. porque no soy un jugador con mucha memoria como para recordar aquellos malos momentos. No voy a decir nombres, pero sé quien me ha hecho mal.

Foto:Saski Baskonia. Abad en la temporada 93/94

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¿Se siente ahora más protegido por su propia experiencia?

– Si, pero soy consciente de que ahora puedo estar en un momento dulce y mañana no. Por cualquier cosa todo se puede volver contra mi.

Tengo ese miedo metido en el cuerpo y creo que hasta que no acabe esta carrera no estaré protegido por nada ni nadie. Seguiré siendo vulnerable por quien quiera hacerme daño y siempre seré el culpable para mucha gente.

-A Santi Abad no hace falta tirarle de la lengua. Él mismo saca a relucir los momentos más oscuros de su carrera. Oírle hablar de ello puede convertirse en un drama.  Más que  en baloncesto, parece que uno se halla inmerso en una telenovela. Para su propio bien, los peores capítulos han terminado. ¿En qué ha influido su carácter para todo esto?

– Siempre han intentado cambiarme. Siempre con la idea de cambiarme, cambiarme, cambiarme…

-¿ En qué sentido?

– En mi forma de ser de pensar, la gente con quien me relacionaba.

Alguno que ha sentido  padre mío ha pensado que podía convertirme en uno como él. Me han hecho cambiar de amistades y , si era posible, incluso de familia, de barrio porque era malo haber nacido en un barrio pobre, o humilde.

De crío he vivido cosas insospechadas. Ahí está la clave de mi problema, que me he rebelado siempre contra esas personas.

En el momento en que he dicho «no», es cuando esos señores han dicho, «este chico no vale».

– ¿Hay algún club o entrenador concreto por el que no ficharía aunque le garantizasen un contrato multimillonario?

– Sí. Está claro que nunca iría a Murcia por la cara que tuvieron de echarme alegando que tenía un comportamiento malo. Cuatro meses después de irme tuve juicio y mis compañeros fueron a ayudarme.

Está claro que fue un chanchullo del Murcia. Yo no jugaba nada porque el incompetente del entrenador era el ahijado del presidente y no se dedicaba a otra cosa que a mangonear el dinero de su propio jefe. El equipo bajó aquel año. No por la ciudad, sino por el club, allí jamás volveré.

¿Fue el peor momento de su carrera?

– Sí, cuando más solo me he encontrado. La gente aprovechó la situación para decirme que yo estaba en la mierda y que no me moviese de allí porque es donde había estado siempre. Había veces en que decía que no perdonaría a esa gente, pero quizás sea un poco olvidadizo  en este tipo de cosas.

Pasé dos meses muy malos. No podía presentarme en las calles de mi barrio. Dudaban de mí. Lo único que podía hacer era esconderme, y es lo que hice. Apenas salía de casa porque me sentía avergonzado. Ahora pueden decir mil personas: «Santi ha cambiado. Lo fichamos».

Es una mentira gorda. Yo jamás he cambiado. Era igual antes que ahora. Es vergonzoso que, por ejemplo, venga ahora un tío que decía: » a este no lo ficho porque a lo mejor nos pega». Este año saldrá el entrenador o presidente que lo diga.

– ¿Qué sintió  cuando recibió la llamada del Taugrés?

– No pensé en el Taugrés, ni en la ciudad, ni en el entrenador que había. Solo quería jugar en ACB. Si algunas personas todavía confiaban en mí, era el momento de demostrar que todavía podía jugar. Suerte y casualidad que Dios me echó una mano y me hizo jugar minutos. Esto ocurre una vez de un millón. Fue un contraste increíble, escandaloso.

– Hay muchos aficionados que piensan que está aquí porque le han sabido domesticar.

– Sí. Muchos creen que he reaccionado gracias a amenazas, a golpes. Siguen pensando que estoy  aquí porque me han dado la oportunidad y que voy a morir y tengo que agarrarme a eso.

Foto:El Correo. Santi Abad ante Herreros en 1995

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– ¿ Debe  a alguien su actual momento de gracia?

– Esto se consigue por puro esfuerzo. Todo lo he hecho en contra de aquellas personas, pero también a favor de quienes han confiado en mí. El que ha hecho el esfuerzo he sido yo.

Si lo he conseguido es porque en un momento me echó una mano uno de allá arriba. Lo demás ha ido rodando.

– ¿ Se ve jugando en otro equipo, con otro entrenador, la próxima temporada?

– No me veo. Todavía no creo que estas personas tengan el valor de llamarme ahora. A lo mejor el Taugrés se interese por renovarme antes de que termine contrato y me quede en Vitoria., pero si sigo jugando de esta manera otro equipo se interesará. Sería lo más normal.

– ¿Se siente bien considerado aquí?

– A lo mejor me equivoco, pero no creo que ningún jugador pueda desear más de lo que yo estoy pasando aquí. Es inimaginable que cada vez que juego un gran partido me  brinden una ovación como últimamente me están haciendo.

Cuando no lo hago  también me la dan. Me siento diferente a los jugadores,  no del equipo, sino de toda España porque no todo el mundo tiene un respaldo de tantas personas, de la gente que está en el pabellón más la que está en Vitoria.

Me quieren muchísimo  y lo noto. Me hace estar mucho más a gusto. Quizás sino fuera así , no daría tanto de si.

– ¿ y bien pagado?

– Todavía soy una persona que pasó un problema y que sigue en mí. Espero que cuando acabe esta temporada ese problema desaparezca y me valoren por lo que estoy haciendo.

– ¿ Cuál es su limite? ¿Hasta donde  cree puede llegar?

– Mi limite no es muy grande. No va a ser una continuidad como ahora. Yo no soy un Perasovic que pueda estar siempre en la misma línea porque no tengo su tiro ni su regularidad.

Tampoco soy un Green, con sus facultades físicas, ni un Laso porque no tengo su habilidad. Ahora me encuentro en racha, pero en otros momentos serán ellos los que tengan que destacar. Yo vengo de atrás, como un junior. Seré inconstante y jugaré en ayuda al equipo. Podré hacer grandes o pequeños números, pero siempre con la misma intensidad de trabajo.

– El domingo, ante el Joventut, usted deberá ser la lapa de Mike Smith, un posible rival para entrar en la selección. ¿ Lo tomará como un reto particular?

– Ahora me doy un poco de lástima porque no me encuentro bien. He tenido una serie de problemas físicos. El martes me torcí el tobillo, arrastro la lesión de la pierna…Él parece que nunca está  mal. Siempre está saltando y corriendo. Si hoy mismo le tengo que defender a Mike Smith me puede hacer un roto increíble. Yo no voy a dejar de intentarlo. Yo estoy en racha y él tiene que pararme a mi.

** FIN DE LA ENTREVISTA**

Así de contundente y sincero se mostraba el número nueve del Baskonia.

Al finalizar esa temporada la 94/95 y debido a su buen rendimiento, al titulo conseguido en la Copa de Granada y al subcampeonato de la Recopa de Europa en Estambul,  Santi pudo vivir un verano tranquilo  con la recompensa de ser llamado por el seleccionador Lolo Sainz para la preparación del Europeo de Grecia y su fichaje por el Real Madrid que superaba con creces la oferta económica que le podía ofrecer el Baskonia por su renovación. 

Foto:Saski Baskonia.Abad en la Final de la Recopa de 1995

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Pese a tener que dejar su querida Vitoria ese fichaje por el club blanco venía a ser una gran oportunidad para dejar atrás esos malos momentos de los que alero catalán sufrió años atrás.

En Madrid se volvería a encontrar con viejos compañeros como Pablo Laso y Joe Arlauckas con los que  jugaría la Final Four de la temporada 96/97, siendo un jugador destacado por momentos, al finalizar la temporada fue traspasado al CB Cáceres.

En la previa al duelo que enfrentaría en el Pabellón Araba al conjunto extremeño contra el Baskonia Santi volvía a ser entrevistado por Eduardo Ortiz de Arri en El Correo.(18/12/96)

El titular de aquella entrevista resultaba muy significativo

«QUIERO RETIRARME EN VITORIA»

En ella además de hablar sobre como estaba siendo  su periplo en el equipo cacereño cabe destacar las siguientes declaraciones respecto al Baskonia y su relación con Vitoria a la que seguía acudiendo siempre que podía:

-¿ Cómo observa desde sus perspectiva la trayectoria del Taugrés esta temporada?

– Lo veo con una buena predisposición, siempre con minutos de calidad que parece que va a comerse el mundo. Pero le veo bajada y subidas. Cuando sube quizás sea de los mejores equipos, con mejor mentalidad.

A nosotros también nos pasa lo mismo. Estamos muy arriba y luego bajamos. Llegamos a una situación de iguales.

– Se habrá percatado de cómo están repartidos en el equipo vitoriano los resultados: ha ganado todos los partidos de casa y fuera tan solo ha conseguido una victoria.

– Sí. La influencia de la afición de Vitoria es muy grande. Si ha ganado una copa europea es porque la final se jugó en Vitoria. Es una situación de ventaja siempre.

– ¿Cómo espera que le reciba la afición vitoriana?

– Bien, porque la gente de allí sabe que soy parte de la ciudad. Vitoria la considero mi segunda ciudad y lo será siempre. Allí está la afición de mis sueños. La tengo siempre en mi memoria.

– ¿Echa de menos entonces la ciudad y al Baskonia?

– Y tanto. Sigo pensando que mi sueño es retirarme en Vitoria y poder jugar más años allí.

*FIN DE LA ENTREVISTA*

Aquel choque con el Cáceres fue  decisivo y el ganador disputaría la fase final de la Copa del Rey en León ´97. Santi Abad llevó al cuadro de Manolo Flores a la Copa quedándose el Baskonia fuera de ella. En esa Copa el Cáceres jugó la final frente al Joventut siendo Santi uno de los mejores jugadores de toda la Copa gozando de un protagonismo estelar.

Finalizada la temporada 96/97, Santi Abad sale de Cáceres y ningún equipo le ofrece un contrato a lo largo del verano hasta que a falta de una semana el Baskonia considera a su ex-jugador el más indicado para cubrir la baja del pivot holandés Gert Hammink que no convencía al entonces entrenador Sergio Scariolo.

Abad firma así por tercera vez con el Baskonia y de nuevo de una forma temporal que finalmente se extendería hasta el final de una temporada trascendental para el club del Pabellón Araba.

El 8 de noviembre de 1997 es de nuevo entrevistado en profundidad por El Correo, en esta ocasión Ángel Resa es el entrevistador y de esta manera la titula:

«LLEVO DOCE AÑOS Y NO RECUERDO UNO ENTERO QUE HAYA DISFRUTANDO JUGANDO»

El ala pivot barcelonés, que llegó a Vitoria de puntillas y a última hora, es ahora uno de los elementos más valiosos del Baskonia, donde reivindica su calidad como jugador de baloncesto.

El Pensamiento de Santi Abad se encuentra mediatizado por la etiqueta de jugador difícil que, a su juicio, se le ha colgado en el cuello sin razón.

El ala pivot barcelonés, un hombre importante en el actual TAU Cerámica, trata de encontrar en Vitoria la felicidad que le falta, y de revindicar el status que le corresponde en el baloncesto.

Foto:Gigantes.Abad ante Guillen en 1997

SantiAbad9798– Llegó usted a Vitoria a escasos días de empezar la liga ¿Temía quedarse sin equipo?

– No tenía equipo ni decisión de jugar. Había dejado de pensar en el baloncesto para dedicarme a estudiar Fisioterapia o INEF con unos cursos puente de acceso a la Universidad. Quería romper mi dinámica de golpear a cada puerta pidiendo permiso para jugar.

– ¿Por qué recaló entonces en el Baskonia?. Su contrato no es nada elevado.

– Aquí he venido por una razón más sentimental que económica. Aquí me comprenden y yo pretendía romper con la situación mental que tenía, que era bastante floja. Creía que Vitoria me ayudaría a salir.

– ¿ Después de abandonar por segunda vez el Taugrés pasó por el Real Madrid, y Cáceres, experiencias que usted define como malas por la etiqueta que lleva de jugador problemático. ¿A qué se debe ese sello?

– No es que las experiencias malas sean las de Cáceres y Madrid, sino que vengo arrastrando la etiqueta de antes.

Eran situaciones de agobio, de no poder hacer en el baloncesto lo que yo he querido  y que poco a poco se me han  agolpado en un estado de tristeza, de jugar sin la garra que tenía. ¿Por qué? Porque me he sentido un poco desplazado y dañado por mi imagen.

-¿ Cómo es posible que un jugador fuerte y con calidad, completo como usted, vaya cada año de un equipo a otro?

– Pues porque un deportista es una persona pública que se ve sometida al comentario al qué dirán , al daño  externo.  Eso es lo que lee la gente, lo que corre por ahí, lo que piensan  los entrenadores y los clubes. Eso es dañino porque nunca llegan a conocerte como realmente eres.

He conocido gente nueva que estaba asustada, preocupada, sin saber si debía entablar relación conmigo. Y luego esa gente se ha dado cuenta y me ha dicho «yo pensaba que eras de una manera totalmente distinta». Yo no soy un actor, no me sale.

– ¿Cómo se considera personalmente?

– Demasiado débil, muy débil. Soy o me han hecho  muy fácil de manipular. Me pueden traer, me pueden llevar, me pueden dañar. Es muy «calimero»  el sentido que le doy a la vida, pero es que he vivido situaciones muy duras. » Tu, aquí  y te callas».

Pero bueno, desde cuando se me ha quitado el derecho a hablar, ¿no?. Yo creo que no es una queja, es una realidad. Y durante muchos años de mi vida deportiva he estado en esa situación.

– Sin embargo, en la cancha parece fuerte. Abad es un jugador muy competitivo ¿no?

– Soy muy emotivo. No me gusta perder. Puedo perder, evidentemente, pero siempre luchando. No me gusta la gente que puede y no da. Y lo separo del profesionalismo, del dinero y para mí es lo mismo.

Estoy jugando al tenis por parejas y me da rabia que mi compañero lleve veinte días jugando y esté como el primer día. » No puede ser» le digo. Yo soy muy competitivo y a veces no gusto de esta manera por que me hace ser muy exigente.

– ¿No cree que con más estabilidad estaría cobrando un buen dinero en el baloncesto?

– Desde hace muchos años he supeditado el dinero, aunque es muy importante, a la felicidad. Porque no he sido feliz. De este deporte he vivido  y ese deporte me ha gustado, pero no tanto como he querido.  Llevo doce años y no recuerdo un año entero que haya disfrutado jugando a baloncesto. Esto es muy duro. Voy a terminar y no tengo meta.

Mis mejores amigos son anteriores a ser profesional. Entonces, el baloncesto era ilusión, unos sabían más, otros sabían menos, pero todos corríamos todos luchábamos y todos nos abrazábamos, después de ganar un partido.! Cómo cambian las cosas cuando subes a ACB o Primera División!

Te encuentras un tío mayor y dices «este me va a quitar el puesto, pues voy a hablar con el entrenador». Hombre, es dura la lucha y es bonita si es limpia. Pero cuando resulta que viene gente en mi posición que es peor, y yo en el banquillo…»Oye, deja  paso!, piensas.

Foto:El Correo.Santi Abad en la final ante TDK

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– ¿Se ha parado a pensar cómo haber logrado más estabilidad?

– La situación hubiera sido más fácil si a los dieciséis años hubiese aceptado la oferta de una universidad americana que tuve. Quizá no hubiera conseguido dinero, pero habría sido más feliz haciendo deporte que es lo que yo quería.

– Tampoco es ahora moderadamente feliz?

– No, no lo soy, no lo soy del todo. Soy una persona que hace más reír de lo que se ríe. Soy un poco espectáculo y como nunca me he quitado mis cosas, pues también  por eso he sido «malo».Si tengo que dejar este deporte por no mostrarme tal como soy, que les den  por  saco a todos.

– Abad se emplea con la misma intensidad en los entrenamientos que en los partidos. ¿Sólo entiende el deporte de esta manera? ? ¿  No sabe dosificarse?

– No, no se. Lo he intentado y no he podido. He tenido malas situaciones físicas y me he dicho «oye, que la carrera es muy larga…» y no he podido porque me gusta entrenarme.

Disfruto. En los entrenamientos es cuando puedo demostrar mis posibilidades a mi entrenador y  mis compañeros. Soy muy orgulloso para eso.

Yo me hubiese comprendido diciéndome Santiago, no luches más, te estás matando para que llegue el fin de semana y no juegues». Me pasó  en Cáceres y Madrid. ¿ Pero por qué?  Si condiciones físicas tengo, estoy entrenándome mejor que otros y encima soy jugador de equipo…

– Volviendo a su mala fama ¿Es cierto que se ofreció como comunitario  en Grecia y hasta allí habían llegado «historias» sobre usted?

– Si, sí. Aquello también  fue muy duro. Yo me dije que  no quería jugar más en España. Y el caso es que mi agente me llama y me dice que personas del baloncesto español habían hablado pestes de mí hasta en Grecia, hasta en Italia. Y para que veas que no es un complejo persecutorio.

Me fui a Estados Unidos con mi amigo Audie Norris que había jugado en el Peristeri y conoce a todos los agentes griegos. Me tocó a todos. Y se echaba las manos a la cabeza diciéndome !qué has hecho! ! Pero cómo pueden hablar tan mal de ti!.

– A partir del encuentro con el Caja Cantabria, Abad alcanza y mantiene un nivel alto ¿A qué se debe?

– Mi situación en el equipo ha variado un poco. A raíz de varias conversaciones con Sergio llegamos a varios apaños. En un principio se fe fichó  para defender a tíos bajos, pero ágiles, y rebotear. Más adelante me dejó tomar decisiones. Y en el momento que me dio más opciones he ido hacía arriba.

– ¿Siente la confianza del técnico?

– Sí, ahora sí. Ha ido conociéndome y me ha ido dando oportunidades de decidir. Además está juzgando por lo que ve de mí, no por lo que le hayan podido contar.

-¿Le gusta el trabajo de Scariolo?

– Sí. El  tiene una filosofía distinta a la que se lleva en España. Yo he estado con Herb Brown, con Aíto, con Manel… Sin menospreciar a nadie, el trabajo de Scariolo es distinto . Para él, el equipo es el equipo.

– El reparto de minutos en el TAU le deja a usted una media de diecinueve por partido. ¿Le parecen justos?

– Sí, lo entiendo. Además hoy pocos jugadores que sepan jugar diez, quince o veinte minutos, y sólo saben hacer cosas si están los cuarenta en cancha. El buen jugador se demuestra haciendo lo que debe hacer en menos tiempo.

¿Jugó presionado en Huelva, después de que Scariolo recordara su contrato temporal?

– No, jugué dolorido de la rodilla. Y luego reí un poco porque fue contra el Huelva, que me quería en verano y se dejó influir por comentarios sobre mí. Me hubiera gustado decirles «mirad os habéis dejado influir  y soy capaz de haceros esto con una pierna».

** FIN DE LA ENTREVISTA**

Foto:El Correo Abad ante Arlauckas en 1998

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Precisamente esa lesión de rodilla que comenta Santi en la entrevista fue arrastrándola a lo largo de la temporada una temporada en la que el conjunto de Sergio Scariolo jugó su primera Final de Liga ACB ante el TDK Manresa de Chichi Creus y compañía.

Pese a que los pronósticos apuntasen al Baskonia como claro vencedor de la Final el equipo catalán fue capaz de romperlos y hacerse con el titulo en el cuarto partido con un balance final de 1-3.Ese cuarto partido fue el último para Santi Abad como jugador baskonista. Fiel a su juego y personalidad el dio todo en la cancha para llevar a su equipo a lo más alto pero en esta ocasión no pudo ser.

El técnico italiano decidió no renovarle al final de la temporada   cuestionando su estado físico y Santi fue llamado por Paco García como fichaje estelar para lograr el retorno del Breogan a la Liga ACB.

Su buena temporada en Lugo le permite dar el salto al baloncesto griego, el Peristeri le garantiza su último buen contrato y Abad deja el Breogan para viajar a Atenas. Un año en el que de nuevo las lesiones le impiden gozar de continuidad y minutos sobre la cancha.

La temporada 2000/01 la inicia en el equipo barcelonés  Montcada i Rexac  de la Liga EBA en el que permaneció apenas tres meses para retornar de nuevo a la Liga ACB en esta ocasión al Cantabria Lobos de Moncho Monsalve, entrenador con el que trabajó en el inicio de su carrera en el Espanyol. 

Siendo ya la temporada 01/02 su última como jugador ACB de nuevo en el Cáceres disputando solamente nueve partidos.

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