Foto: Saski Baskonia. Plantilla del Caja de Álava 85/86
El diario El Correo publicaba aquel día un artículo titulado «Añoranzas del Bautismo» en el que recordaba como fue estreno internacional del entonces Caja de Álava por Europa. Disputando la Korac como premio al título logrado meses en la Copa Asociación de Clubes en Villanueva de la Serena (Badajoz) .
El periodista David González escribió lo siguiente: » En aquella ocasión,una minúscula cancha situada en un pequeño pueblecito holandés. Más propia del gimnasio de un colegio que de un equipo de Primera División, fue el escenario que acogió la primera aparición del Baskonia en Europa.
El 2 de octubre de 1985, el Caja de Álava -denominación oficial del conjunto vitoriano en ese momento- descubrió el dulce sabor del baloncesto continental a costa del débil Super Cracks. Equipo al que batió en la ida por un amplio 73-88.
«El primer viaje fue magnífico. Fue como un premio más que una competición», explica Iñaki Garayalde. Uno de los jugadores de aquella formación .
De hecho la expedición vitoriana -poco habituada a este tipo de viajes- se permitió el lujo de dedicar los días previos al encuentro a visitar los principales núcleos del País de los Tulipanes -Amesterdan y Rotterdam- y aplicarse en la compra masiva de productos típicos. Y es que el primer rival permitía este tipo de licencias.
En un pabellón diminuto , que respondía al nombre de Crosser – Gym, el aforo apenas superaba el medio millar de localidades, y a ritmo de pasodoble. La escuadra que preparaba Pepe Laso fue recibida con este racial estilo musical, el Baskonia superó con nota el primer examen.
» Landazuri sería un lujo en Werkendam», afirma su hijo Pablo, ahora (1998) en las filas del Trieste italiano que junto a Aitor González de Zárate era el más bisoño de la plantilla. Una semana más tarde, ya en Vitoria, se culminó el pase a la segundo ronda con un contundente 130-94.
Foto: El Correo. Querejeta ante Asvel Villeurbanne en la Copa Korac de 1985
El siguiente oponente resultó mucho más temible, el Asvel Villeurbanne. Y en Mendizorroza se encargó de devolver de una bofetada a la cruda realidad a los jugadores locales. El cuadro galo infligió al Baskonia de los Ortega, Querejeta, White y compañía una derrota por diez puntos (84-94).
En la vuelta, la formación vitoriana estuvo a punto de consumar el milagro, pero la solidez del adversario y la falta de veteranía propia impidieron la gesta.»Con el marcador igualado a 88 puntos dispusimos de la última posesión para ganar el partido. Sin embargo, decidimos no lanzar y tratar de neutralizar la ventaja global de la eliminatoria en la prórroga.- rememora con nostalgia Pablo Laso-
Demostramos nuestra total inexperiencia en este tipo de torneos porque los franceses sabían perfectamente que estaban clasificados con el empate». Al margen de esta pronta exclusión, el bautismo europeo constituyó poco menos que un hito para un club de las características del Baskonia.Porque la modestia y la humildad eran en esos años sus rasgos
fundamentales. Unas características que obligaban a las diferentes directivas a realizar auténticas ábalas año tras año para cuadrar cada presupuesto. De hecho, la primera incursión en una competición europea pudo producirse mucho antes de no haberse interpuesto las carencias económicas.
José Antonio Santamaría, presidente del Baskonia entre 1968 y 1974 y de 1984 a 1988, recuerda la casión fallida que dejó a su equipo rozando una plaza europea. «En la campaña 73/74 finalizamos en octavo lugar pero vivimos una situación económica muy difícil y tuvimos que desistir», indica.
El escalón se resistiría una década.Para Alberto Ortega, uno de los integrantes junto a Iñaki Garayalde, Lafuente, Simmons y White del quinteto que saltó a la pista del Crosser Gym «fue tan importante como lo es ahora debutar en la Liga Europea»
Más comedido en sus apreciaciones , el ahora máximo dirigente azulgrana, Josean Querejeta, que también formó parte de la plantilla, reconoce que «lo viví con ilusión». A su juicio representó «un paso más de los muchos que ha dado este club a lo largo de su historia. También sirvió para empezar a creerse que podíamos estar en competiciones europeas».
Foto: Gigantes. Terry White con el número 12 ante un rival del Asvel
En el duelo ante el Asvel Villeurbanne, El primer partido se disputó en Vitoria el 30 de octubre de 1985, Mendizorroza fue el escenario del partido de ida. El conjunto galo con mayor experiencia y palmarés que los vitorianos, supo controlar el choque.
Si bien hasta el descanso la igualdad fue la nota predominante (empate a 39) en la segunda mitad. Los franceses gracias a la actuación del jugador Morris Bell que anotó 32 puntos se fueron en el marcador.
La pareja americana de los de Pepe Laso formada por Willie Simmons y Terry White pese a sus buenos números no pudieron impedir acortar distancias. Y los diez puntos de renta que se iban para Lyon parecían ser casi decisivos para pensar en superar la eliminatoria (84-94)
Una semana después, el 6 de noviembre en tierras francesas, el Baskonia afrontaba el choque con el objetivo de dar la sorpresa y remontar esa decena de puntos en contra.
De nuevo la primera mitad fue de equilibrio entre ambas escuadras, pero antes del descanso Asvel daba un pequeño arreón para sumar cinco puntos a su favor al final de los primeros 20 minutos (48-43).
En la segunda parte el Baskonia ofreció su mejor cara y llegó a rozar la hombrada (60-68). Pero dicha renta fue neutralizada por el conjunto local que llegó a igualar el resultado.
Un triple de Pablo Laso en los instantes finales del choque ponía el empate en el marcador (88-88). Al tratarse de una eliminatoria a partidos de ida y vuelta, el sistema de competición permitía finalizar el encuentro con un empate, en lugar de disputarse una prórroga.
Terry White con 24 puntos el mejor baskonista, Bell con 32 puntos el más destacado del Asvel Así fue el punto y final de la primera andadura europea del Baskonia.
Así finalizaba la breve pero meritoria primera experiencia baskonista en Europa. Con la llegada a la presidencia de Josean Querejeta al Baskonia en la temporada 88/89. El club se marcó el objetivo de participar en las competiciones europeas a medio y plazo.
Las inversiones históricas en jugadores como Sibilio, Rivas o Nicola, iban encaminadas para hacer del Baskonia un equipo a tener en cuenta no solo en la ACB, sino en Europa y como así ha sido desde entonces.
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