Foto: Saski Baskonia. La plantilla del Taugres Baskonia en la final ante el Olimpija
LA PRIMERA FINAL, “LA DE LAUSANA»
La Copa de Europa más conocida como Recopa fue en esta ocasión la competición que disputaría el Baskonia, merced al tercer puesto conseguido en la Copa del Rey de La Coruña la temporada anterior. Ya que por la clasificación final en Liga ACB (11º) no hubiera obtenido tal derecho. El plantel vitoriano poco tenía que ver con el de temporadas atrás, Manel Comas sería el encargado de reconstruir al Baskonia con gente consagrada como Laso, Rivas, Nicola con la llegada de Velimir Perasovic y Ken Bannister junto al retorno de Santi Abad.
Un equipo escaso en cuanto a mimbres pero que a lo largo de la temporada fue creciendo, madurando hasta tal punto de llegar a disputar la Final de la competición en Lausana (Suiza) ante el Smelt Olimpija de Lubliana.
Pero antes se tuvo que deshacer de equipos de todos los niveles, desde los más modestos como el Körmend hungaro, , Bellinzona suizo o Rabotnicki macedonio pasando por los históricos venidos a menos como el KK.Split (antigua Jugoplastika) o Tofas Bursa junto a otros en plena progresión como el Zalgiris de Kaunas.
Catorce partidos previos en los que salvo alguna derrota inesperada (Rabotnicki 102 Baskonia 97) o buscada (aquella de Split en la que Comas ordenó a Rafá Talaveron fallar dos tiros libres al final del tiempo reglamentario para evitar caer en la prorroga por un tanteador mayor ante los de Split que el 75-74 final y a la espera de jugarse el partido de vuelta en Vitoria).
Las 12 victorias conseguidas clasificaron al Baskonia para las semifinales de la competición ante el mejor Cholet que se recuerda compuesto por Antonie Rigaudeau, Mike Jone o José Vargas. Aquella vibrante eliminatoria comenzó en Vitoria con el Baskonia dando la sorpresa y venciendo holgadamente al equipo francés por 81-67 al mejor de tres partidos.
Una semana después en Francia el conjunto local se sobreponía a la derrota de Vitoria con reparadora victoria (103-90) dejando para dos días después el desenlace final de este play off que colocaría en la Final a uno de los dos equipos.
En un sensacional partido los de Comas dominaron durante buena parte del mismo para llegar a los minutos decisivos con el marcador de cara. El 83-90 definitivo pasará a la historia como el resultado que dio al Baskonia la posibilidad de disputar su primera final europea pocos días después de haber disputado la primera final de la Copa del Rey en Sevilla.
El 15 de marzo en Lausana se dieron cita más de 3.000 baskonistas que no quisieron perderse tal acontecimiento para dar apoyo a su equipo. Los triples de los jugadores exteriores eslovenos (entre Hauptman y Horvat anotaron 15 de 32) y la incapacidad baskonista para parar ese juego tan abierto típico de los equipos ex-yugoslavos impidió al Baskonia llegar con posibilidades al tramo final del encuentro.
Solamente un motivadísimo Ken Bannister (32 puntos y 11 rebotes) fue el recurso más acertado del equipo alavés junto a Velimir Perasovic (con 22 puntos y 7 rebotes).
Un apoyo que tuvo mayor mérito cuando tras el final del partido y el resultado desfavorable (91-81) que indicaba que la Recopa se iba a Eslovenia, todos los seguidores vitorianos nos quedamos durante una hora animando, cantando y apoyando a nuestros equipo pese a la derrota. Está final comenzó a colocar al Baskonia y sus aficionados en el escaparate del basket FIBA y marcar las base para aspiraciones mayores en Europa.
De vuelta en la Virgen Blanca el equipo al igual que sucediera una semanas antes era nuevamente recibido (por tercera vez en un mes) por más de 20.000 personas reconociendo el trabajo y esfuerzo de jugadores y entrenadores del primer equipo baskonista.
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