Foto:Rivas/EB via Getty Images.Dusko Ivanovic y sus jugadores en un tiempo muerto ante Maroussi
Por Jazzteiz (foro gorrilunurdinak)
Nunca despiertes al dragón dormido. Cuando la bestia duerme, el bosque descansa; cuando la bestia está despierta, tiene hambre, y si tiene hambre, alguien va a ser servido de comida.
Que el rey prometa la mano de su hija y la mitad del reino a quien le libre de la amenaza del dragón, y que ese caballero andante, andante a caballo, de brillante armadura y poderoso rocín, armado con lanza afilada, que se quite toda la hojalata antes de entrar en la cueva y asesine a la bestia sin hacer ruido, pues de despertarse, la furia barrerá el reino de uno a otro confín, sin dar paz ni tregua, sin atender a razones, tan solo a las de sus instintos, que le piden sangre, sangre, sangre…
Puede que este dragón baskonista a día de hoy no esté del todo desarrollado, no sea más que una cría, por lo que es comprensible que sus garras estén algo romas, sus dientes apenas sirvan para desgarrar la carne más tierna, y su aliento tire más para atrás por su hedor que por su potente llamarada.
Aun así, ya ha dado algún zarpazo reseñable, y algunos caballeros de brillante armadura han vuelto al castillo dañados y en no muy buenas condiciones. Es cierto que el dragón fue herido a las pocas semanas de nacer, pero cuando llegue el momento de las duras batallas, tan solo una lanzada en pleno corazón parará a la bestia.
El dragón aprende mientras crece. Y duerme. Nunca despiertes al dragón dormido. Y cuando despierte, prepárate para llegar hasta el final, porque la bestia seguirá hostigando a aquellos que se le enfrenten hasta el último aliento, y cuando parezca al borde de la muerte, sacará fuerzas de flaqueza y atacará con una fiereza que parecerá que hasta ese momento el dragón continuaba dormido.
Afila tu lanza antes de ir a buscar al dragón, porque éste ya se está preparando para cuando sea despertado.
Tan sólo falta saber cuándo sonará el despertador.
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