Foto: El Correo. Dusko Ivanovic

Por Juanjo Brizuela en el blog equiliqua.net

Este blog nació en mayo 2008, hace más de 4 años. Por aquél entonces quería tener un espacio personal para compartir mis reflexiones más allá de lo profesional. Con mi cambio profesional que se produjo dos años después, retomé la reflexión más profesional (branding, comunicación, socialmedia, empresa abierta y esas cosas) y la personal la dejé de lado. Esas cosas personales eran entre otras, el BALONCESTO, una de mis pasiones. Hoy quiero retomar ese “espacio” porque quiero dejar memorizado y compartir mis, también, reflexiones ante la salida deDusko Ivanovic del equipo de mi ciudad, el Baskonia.

Vaya en primer lugar el agradecimiento al entrenador que con toda probabilidad ocupe el lugar más laureado de la historia de este club que lleva más de 50 años en el basket nacional e internacional. Sí, ha sido el más longevo (casi una década) y ha sido con quien más éxitos se ha logrado. Así que MUCHAS GRACIAS Dusko.

Vivimos con él muchas noches de alegría, muchas. Con unos equipos y unos nombres que también recordaremos para siempre: Bennett, Scola, Calderón, Oberto, Splitter, Nocioni, Foirest, Macijauskas, Prigioni, Teletovic, Vidal, San Emeterio… buuff…plantillazos, sin duda, no lo olvidemos. Aprendimos que el carácter y la mentalidad unido al juego eran insuperables. Aprendimos tácticamente el juego excelso del pick&roll, del corte split, el juego entre postes alto-bajo y otras variantes tácticas. En especial en su primera fase. Pero para mí sobre todo la idea de que “no hay excusas” y que el trabajo serio y disciplinado hacían el resto. Una forma de hacer especial, única seguramente, con la que sinceramente se ha logrado situar al equipo muy arriba y ser respetado. Chapeau. Gracias.

Pero la situación cambió con el paso del tiempo. No sé si por estilo, por presupuesto, porque las plantillas no eran como las de la primera fase, porque la competitividad ha aumentado en la “parte noble” de las Ligas o por la situación acomodada de los jugadores, o qué. Pero lo que sí es cierto es que de un tiempo a esta parte, el equipo no funcionaba como ese “estilo Dusko” al que nos acostumbramos años atrás. Sirva de excepción esa liga que se ganó al Barça en el último suspiro cuando nadie (ni yo) dábamos un duro por ese grupo. ¿Nos acostumbramos al éxito demasiado pronto? ¿Exigimos más de la cuenta? Ni idea.

La decisión es traumática. A nadie le gusta que le echen de su trabajo, ni las formas del despido (que a mí personalmente no me han gustado).Confieso que a mí ha habido muchas veces que el juego del equipo no me gustaba en absoluto. No lo he negado nunca. Analizo el juego porque me encanta el juego. Siempre me ha parecido esencial en el basket, desde cuando era entrenador e incluso ahora que he vuelto un poquito de nuevo a las canchas, las formas de jugar. Si juegas bien, tienes más posibilidades de ganar. Si además tienes mentalidad y trabajo, puedes llegar a cotas impensables. Además, la evolución del juego ha hecho que se tengan que trabajar alternativas, variantes, planes, el juego ha de ser rico, en variantes. Y en cambio hemos visto un equipo que siempre iba con la misma marcheta, hace años imparable, pero ahora cuando los equipos igualan el físico, el contacto y la mentalidad es más difícil que sea un diferenciador del equipo. Un equipo plano, con soluciones previsibles y que a la menor renta en negativo, le costaba reaccionar mediante el juego. Y ha pasado factura. Al final, la mentalidad no salía porque el juego tampoco ayudaba.

Cuando las cosas funcionan, no tocar; se dice. Y es cierto que el equipo funcionaba en su momento pero ahora los tiempos eran otros. ¿hastío, cansancio, rutina, falta de criterio, falta de ilusión, objetivos discordantes? Es difícil decir el qué y el por qué. El caso es que no funcionaba… hasta que el agua se acabó en la pócima del éxito. Y lo peor de todo era la sima que se abría en una afición que se debatía entre pro-Dusko vs anti-Dusko cuando el verdadero debate debería ser PRO-Baskonia. Y ese problema sí que me parece más grave aún. Aprendamos de otros clubes que están a nuestro alrededor donde siempre el Club está por encima de cualquier personalidad, personaje o lo que sea. El auténtico patrimonio de un club son primero sus aficionados, sean del rango que sean, abonados o no, accionistas o no, aficionados o simpatizantes, cada uno al nivel que sea, y después sus jugadores y más en un club como el Baskonia, que compite en lo más alto pero no nos engañemos, es un club “trampolín” para muchos. Y bendito posicionamiento, por cierto, que a mí me parece excepcional.

El caso es que la situación era compleja. Por resultados y por el poder simbólico. El único pero, las formas. No es la mejor manera desde luego para alguien que ha logrado muchas cosas pero también para un club que lleva muchas experiencias en sus espaldas y que creo que de éstas sabe mucho. Y eso me extraña.

¿Y ahora? Este post lo escribí el lunes 19. Hoy desayunamos con queZan Tabak será el que lleve las riendas de este equipo que necesita aire fresco. Y tiene pinta de que la apuesta del club, una vez más, es la degente con hambre. O bien disponibilidad de presupuesto para llegar a otros entrenadores en paro con más caché. Espero que no se nos atragante o que sea intolerante a algunos alimentos. Espero que el juego vuelva a aparecer como dije el pasado sábado. Bendito juego.

Juanjo [email protected]juanjobrizuela

Reflexión tras el #Baskonia de ayer: sólo recuperando el BA-LON-CES-TO será posible reconducir la situación. Sin baloncesto no hay carácter

A lo que íbamos. Gracias Dusko. Pero sobre todo Gracias Baskonia. Ah! y buena suerte Zan Tabak!

P.D.: Gracias por permitirme esta reflexión desde el basket. ;-)

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