
Por Rubén Gazapo Ramos
AEK Atenas rompió el hechizo del Baskonia en el OAKA al vencer en la prórroga por 85-82. El equipo gasteiztarra desperdició una ventaja de 15 puntos (47-62) en el tercer cuarto, que permitió a los griegos llevar el partido a la prórroga. Como ocurrió en Zagreb en la primera jornada, el equipo de Ivanovic cayó en el tiempo extra.
Baskonia tuvo una mala puesta en escena. La facilidad anotadora del AEK, a través de Holden y Betts, contrastó con la dificultad visitante para anotar, ahogado por la defensa zonal de Dragan Sakota.
El carácter azulgrana, metió al equipo en el partido. Con una mejora defensiva y el resurgir de Luis Scola, el equipo se rehízo y logró dominar el partido hasta por quince puntos (47-62) al final del tercer cuarto.
Pero lejos de sentenciar el partido, los de Ivanovic no pudieron parar a un AEK que igualó la contienda en los diez últimos minutos del partido y forzar así a la prórroga. El Baskonia finalmente cedió en el tiempo extra, por el camino fue perdiendo efectivos. Mindaugas Timinskas, Elmer Bennett, Fabricio Oberto y Dejan Tomasevic fueron eliminados por cinco personales en el tramo final del partido.
Luis Scola con 29 puntos y 9 rebotes fue el mejor del Baskonia en Atenas. El último fichaje azulgrana, Richard Petruska disputó 4 minutos en los que apenas logró lanzar dos tiros de campo sin acierto. Por parte local, Holden y Kakiouzis sumaron 49 puntos de los 85 de su equipo.
Dusko Ivanovic analizó la derrota y señaló la clave en la pérdida del «rebote defensivo» en los minutos finales del último cuarto.
Indicó que el equipo perdió la concentración y la mentalidad después de una falta en ataque «innecesaria» señalada al argentino Luis Scola.
Lamentó que el equipo perdiera un partido que iba ganando por quince puntos y reconoció la ausencia de un líder que «pudiera meterla» en los momentos decisivos.
Advirtió que «este año vamos a sufrir, tendremos muchos partidos como éste».