Por Quique Peinado (Gigantes del Basket nº913, 29/04/03)
Todos los días, en la cafetería Usokari de la calle Dato vitoriana se reúnen tres ex entrenadores, Xabier Añua, Manu Moreno y Pepe Laso, y José Luis Sánchez Erauskin “Santxón”, una de las mayores instituciones del basket vitoriano.
En ese café mañanero igual arreglan la guerra de Irak que hablan del más cotidiano. Pero sobre todo, teorizan de basket y del Baskonia.
El actual Tau Cerámica cumplirá el próximo miércoles 1.000 partidos en la máxima categoría del baloncesto español.
Será el quinto club, tras los cuatro considerados como grandes “clásicos”, que lo consiga.
Pero por encima de todo es el club con el que Vitoria vive el baloncesto con intensidad bárbara, como la tertulia de la Usokari.
Cinco nombres –muchos más- son los protagonistas de la explosión baskonista. Quisimos que nos contasen su visión del club en vísperas de las milenarias efemérides.
JOSEAN QUEREJETA
Desde que “Santxon” le fichara cuando iba a empezar a estudiar empresariales han pasado, en septiembre próximo, 29 años. Entonces el alero salió del pueblo guipuzcoano de Lazkao rumbo a Vitoria. 6000 pesetas y la pensión fue su primer suelo como baskonista.
Hoy, considera que el verdadero mérito del club es “habernos mantenido en la élite 30 años. Somos uno de los pocos que hemos logrado llegar a los 1000 partidos y debe ser algo que nos llene de orgullo a todos”.
Considerado casi unánimemente como el hombre clave en el paso del Tau de un club modesto a un grande, cree que “lo fundamental fue la transformación en SAD, fuimos el primer club que lo hizo en el Estado Español.
A partir de ahí, tratamos de competir con clubes con mayores presupuestos en un mercado pequeño, una ciudad de 225.000 habitantes, consiguiendo recursos por nuevas vías y trabajando el mercado”. Y ahí sigue ambicioso, “trabajando” en los juzgados para procurar que su mercado se abra y peleando por una ciudad deportiva y un centro comercial.
¿El futuro? Josean pide que “estemos siempre a los niveles de los últimos años, que si tenemos temporadas duras como estas lógremos jugar alguna final como en la Copa y seguir consolidando el proyecto”. Estar siempre en primera linea, la seña del Baskonia desde que Querejeta se puso al frente.
Foto: Gigantes.Santxón, Dusko Ivanovic y Josean Querejeta.
JOSÉ LUIS SÁNCHEZ ERAUSKIN “SANTXÓN”
«Soy el más viejo del lugar, eso seguro. » Santxón, lleva toda la vida ligado al Tau. En el 57 fue jugador, a comienzos de los 70 presidente y, con un paréntesis de cuatro años, siempre ha trabajado en el club.
La “biblia viviente” del Baskonia, un club que, según él, tiene que agradecerle lo que es a “dos Josean: Querejeta y Santamaría, el hombre que empezó con todo esto”. En casa no se habla de baloncesto porque su mujer lo tiene casi prohibido, aunque a su hijo Joseba se le puede ver entre otras cosas, traduciendo las ruedas de prensa.
Ha visto jugar a los hermanos Pinedo, o a Carlos Luquero, el primer profesional del club, pero se queda con el año pasado; “Ni aunque ganemos algún día la Euroliga me va a gustar tanto como el “doblete del año pasado”.
Él que ha vivido un club “en el que la amistad era la base, ya que si alguna vez los jugadores no podían cobrar, no pasaba nada”, que ha tenido que lidiar con la “difícil” mujer de Larry Micheaux (“su problema es que vivía enfrente de la sede del club, entonces cuando venía de viaje la mujer se enteraba…y él aparecía por casa algún tiempo después. Menuda era su señora…”) que ha alucinado con el excéntrico Abdul Jeelani (“para celebrar su cumpleaños llevó al vestuario ¡cuatro cajas de langostinos y dos de Moët Chandom!!)….
Recuerda con especial cariño la extraordinaria humanidad de Ken Bannister (“los chavales le adoraban, era capaz de invitar a comer a todo el equipo junior”) o a Laso, y se queda con Elmer Bennett como los mejores que han vestido de siempre la camiseta baskonista.
Muchos recuerdos y todo el futuro por delante “Yo solo me iré cuando Querejeta me lo diga ¿Pero qué haces aquí, Santxón?…o media hora antes de que él se marche”, comenta.
Foto:ACB.Pepe Laso en el parque de la Florida de Vitoria-Gasteiz
PEPE LASO
Ha vivido el Baskonia de los 60 y 70 y los 80 como entrenador, y en los 90 como manager general. Ha visto crecer deportivamente a su hijo de azulgrana con el Caja de Álava y es “miembro permanente” de los cafés de la Usokari, además de tener el honor de haber fichado al primer extranjero del club, el canadiense Phillip Tollestrup, allá por el año 73 – cuentan que cerró su incorporación con el seleccionador canadiense de entonces en la grada del pabellón en el Europeo de aquel año.
Afirma que mucho del basket de los 70 no lo soportarían los jugadores de hoy: “Una vez, salimos a la seis de la mañana para Barcelona, llegamos, comimos, nos echamos la siesta, jugamos, -ganamos al Joventut-, nos volvimos cenando en el autobús y llegamos a las seis de la mañana del día siguiente. Por la tarde estabamos haciendo pesas otra vez” relata Laso.
Entrenó a un club “modesto, lleno de voluntad y deseo pero escaso de recursos” y hoy ve a un club “fiel reflejo de lo que es Querejeta; ambicioso. La diferencia del Tau con respecto a otro club, pongamos el Breogán, es él. Hace años era impensable llegar a tener este presupuesto y un pabellón con 9.000 espectadores todos los partidos”, dice.
Define al Tau como un equipo de “presente y futuro, que no mira al pasado” y tiene claro de quien es “fan”: “De Dusko, sin duda. Él representa un estilo de entrenar en el que hay pocos y que además, está siendo combativo. Ivanovic es un continuador del mejor Aíto:le hace ver a sus jugadores que los intereses del equipo y del club están por encima de los personales, acaba.
Foto:Gigantes del Basket.Manel Comas junto a Pablo Laso.
MANEL COMAS
“Mira que tengo momentos buenos en el Baskonia, como ganar una Copa del Rey o una Copa de Europa, pero no me puedo quedar con uno. Todos mis momentos en Vitoria fueron buenos. Siempre hay alguno malo, por cuestiones estrictamente deportivas, pero el disgusto proviene de mi total identificación con el club. Sobre todo recuerdo que aquellos eran momentos de explosión absoluta, de llevar 40.000 personas a la plaza de la Virgen Blanca varias veces…”, dice Comas.
Fue quien dirigió al equipo a sus primeros grandes éxitos (Copa del Rey del 95, Copa de Europa del 96), a cinco finales ( dos de Copa y tres europeas) y a ser un club grande
“Interpreté que iba a ser un club grande el mismo día que me entrevisté con Querejeta para fichar. Me explicó el proyecto de una forma tan concreta, tan minuciosa, con lo pasos que se iban a dar, con las etapas que se iban a cubrir…
Por eso fiché, comenta el catalán. Su carácter enraizó pronto en Vitoria, donde se le dio confianza y un proyecto con el que identificarse. Sin embargo, se marchó al Barça.
Pasados los años, Comas reconoció su tremenda equivocación: “Ha sido el mayor error de mi vida. Me llegó el rayo de luz del Barça y me cegué.No lo medite lo suficiente ni escuché a quien debía, entre muchos al propio Josean. En la vida hay veces que no te das cuenta de lo que vas a dejar en lo deportivo y en lo humano, y yo no lo vi.
Aun así, sigo manteniendo una gran relación con la gente del club y sigo considerándome uno de ellos”.
Foto:Saski Baskonia.Dusko Ivanovic en el primer partido de la Final de la Liga ACB 01/02
DUSKO IVANOVIC
En su tercera temporada en Vitoria ha marcado a fuego su personalidad en el club. Conociendo su forma de trabajar y de ser, parece que el Tau e Ivanovic están hechos el uno para el otro. “Desde hace diez años este club está creciendo cada año, mejor dicho cada día.
Yo quiero que mis equipos crezcan también cada día, así que si, me identifico con este club al máximo”. Y es que Dusko es casi un vitoriano más su hijo Stefan Stefan juega en la cantera del club, Llegó de un club casi en ruina (Limoges) y se encontró “un equipo al que en el primer momento quise ir, ya que es un gran club.
Y serlo no significa tener buenos jugadores o grandes resultados, sino tener una estructura que te permita hacer cosas y mantener tu nivel. Aquí lo hay “, añade.
Su primer contacto con el Tau fue con como rival, mientras jugaba en Girona a comienzos de los 90.: “Fijate que entonces yo veía al Taugrés como un equipo parejo al nuestro. Y Girona se quedó ahí y mira donde está el Tau…” sentencia.
Y el Tau está donde está, en parte por este técnico admirado por todos. Una Liga, una Copa del Rey y dos finales (la de Copa de este año y la de la Euroliga 2001). Y las que vendrán.
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